Ya sabemos que el tito Zuckerberg es un amante de los datos. De hecho, lo que más le gusta es despertarse por las mañanas con un tazón de información personal, donde está incluida tu fecha de nacimiento, tu teléfono móvil y tu dirección postal. No es extraño que, sabiendo esto, esté pensando en llevarse Meta de Europa si no le dejan mover los datos de un sitio a otro como él quiere.
¿Cómo? ¿Que no lo sabías? Si tú tampoco puedes imaginarte un mundo sin cotillearle el Facebook a tus amigos o sin subir tus selfies tan bien hechos a Instagram, puede que esto te interese.
Hoy te contamos cuál podría ser el futuro de Meta y por qué el bueno de Mark Zuckerberg podría decir bye bye a sus usuarios en nuestro continente.
¿Por qué quiere Meta irse de Europa?
A día de hoy, las reglas para la transferencia de datos personales entre Estados Unidos y la Unión Europea están reguladas por el Privacy Shield. Gracias a este acuerdo, Meta puede guardar y gestionar los datos de sus usuarios europeos en servidores americanos, donde la legislación es mucho más permisiva.
¿Cuál es el problema? Que a nuestros políticos no les hace ni un pelo de gracia. Fue por ello que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea decidió en 2020 declarar nulo este acuerdo, algo que aún está en el aire pero podría dar un vuelco a las expectativas que tiene Facebook sobre nuestra privacidad.
En otras palabras, la empresa de Silicon Valley está jugando al “me enfado y no respiro” con Europa. Si a esto añadimos que Meta ha perdido miles de usuarios diarios en los países de la UE durante 2021, o que está empezando a endeudarse por las pérdidas de sus inversiones en realidad virtual y en el metaverso, el cocktail es explosivo.
¿Qué nos pasaría si Meta se fuera de Europa?
Teniendo en cuenta que Meta recibe un 25% de sus beneficios del público europeo, la jugada no le saldría del todo bien al señor Zuckerberg y sus socios internacionales. Redes sociales como Snapchat o Tik Tok le están ganando el pulso a Facebook o Instagram, con un crecimiento anual del 45% en números de usuarios, así que Meta no puede permitirse perder a una parte tan importante de seguidores en todo el mundo.
Como parte de la solución, la empresa ha pensado en reponer pérdidas con una cuota en la tercera joya de su corona: Whatsapp. ¿Te imaginas pagar un dinero mensual, aunque sean unos cuantos céntimos, por hablar con tus amigxs o decirle a tu family que la quieres por chat? Desde luego, sería complicado, pero tal vez con el tiempo lo veríamos como una posibilidad. O eso o nos pasamos todos a Telegram.
Alea jacta est, o “la suerte está echada”, como diría el emperador romano Julio César. Meta tiene que decidir entre abandonar Europa, lo que puede afectar de forma muy negativa a sus ingresos publicitarios, o seguir en territorio europeo sabiendo que posiblemente no podrá traficar con todos nuestros datos.
Nosotros, como espectadores, solo podemos esperar. Todo parece indicar que podrás seguir poniéndote esos filtros tan cuquis en las historias de Instagram, o compartir tus canciones favoritas en ese grupo de Facebook que tienes con tus amigos fans del indie español. Quién sabe si, en los próximos años estas redes sociales acabarán desapareciendo o tendremos a nuestra disposición otras mucho más celosas con nuestra privacidad.