¿Has leído o escuchado sobre “Economía Verde”, “Economía Azul”, “Economía Naranja”, Blanca, Gris, Negra, Rosa, Amarilla, Roja o Púrpura?
La “Economía Cromática”, es un nuevo y complejo universo de investigación que se abre ante nuestra realidad y viene con cambios, la cual podríamos intentar definir como: “una paleta de términos representativos que destacan las distintas actividades sociales y económicas del ser humano”.
Entre todos estos colores, hoy hablamos del color de la naturaleza: la Economía Verde.
¿Qué es la economía verde?
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) tiene una definición interesante para la economía verde: básicamente, es aquella que da lugar la mejora del bienestar humano e igualdad social, busca la lucha contra el cambio climático e intenta reducir significativamente los riesgos medioambientales y la escasez ecológica, además de conseguir un desarrollo económico y un consumo eficiente de los recursos.
La economía verde, actualmente, es responsable de dar medio millón de empleos en España, lo que representa un 2,5 % de la ocupación total de nuestro país. Así lo afirma la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que deja claro que es una cifra que podría multiplicarse en la próxima década. ¡OMG!
¿Sabías que más del 75 % de los ciudadanos afirman estar interesados en la ecología y preocupados por el medio ambiente? Hay un compromiso de la sociedad con las políticas éticas cada vez mayor, pero ¿hasta dónde están implicadas las empresas?
La economía verde no solo busca el crecimiento económico, con ello también la creación de empleo con el uso eficiente de los recursos, lo cual se entiende como trabajo verde. Y las empresas que trabajan respetando la naturaleza y el medio ambiente generando bajas emisiones de carbono se consideran empresas verdes.
Además, muchas empresas verdes no solo están generando trabajo o empleo verde, sino que están introduciendo esta mentalidad en su producción, generando productos más ecológicos y dando visibilidad a la sostenibilidad de los mismos a través del marketing verde.
¿Cuáles son los objetivos de la economía verde?
La economía verde persigue varios objetivos fundamentales para lograr esta transformación positiva y sostenible de la economía actual.
Estos objetivos incluyen:
- Sostenibilidad ambiental: busca proteger y conservar el medio ambiente, reducir la contaminación y promover las energías renovables.
- Desarrollo económico inclusivo: promover un crecimiento económico que beneficie a todas las personas, creando empleos verdes y sostenibles y fomentando la innovación.
- Uso eficiente de los recursos: emplear de forma responsable los recursos ecosistémicos, evitando la generación de residuos innecesarios y optimizando el consumo de energía y materiales.
- Responsabilidad social: garantizar la equidad social, el respeto de los derechos humanos, la participación ciudadana, la inclusión de comunidades vulnerables y asegurar condiciones laborales justas.
- Fortaleza y adaptación al cambio climático: emprender políticas y medidas que permitan que las sociedades y las economías se adapten a los desafíos del cambio climático.
Una vez definidos los objetivos, para medir y valorar el progreso de la economía verde, debemos centrarnos en tres pilares importantes:
- Analizar el nivel de transformación económica y el crecimiento de las empresas verdes.
- Evaluar el impacto del desarrollo en función del aprovechamiento de los recursos y de su utilización.
- Medir el impacto social, a través del estudio del nivel de población con acceso a recursos básicos, educación y salud.
Ejemplos de Economía Verde
En los últimos años la economía verde ha experimentado un crecimiento significativo y a partir de ahora, seguro que escuchas hablar sobre ella mucho más. Hablamos de ejemplos como:
- Energías renovables: esta opción da lugar a la creación de un gran número de empleos verdes en el sector de las energías limpias. Además, contribuye a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Economía circular: decir adiós al concepto de residuos, fomentando la reutilización y el reciclaje de productos, reduciendo siempre la generación de residuos.
- Movilidad sostenible: su crecimiento está ayudando a reducir la dependencia de los combustibles fósiles (petróleo) y disminuir la contaminación del aire.
- Agricultura sostenible: busca minimizar el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, protegiendo los ecosistemas y mejorando la seguridad alimentaria.
- Finanzas sostenibles: En Joven In también somos verdes, puedes encontrar aquí cómo invertir en finanzas sostenibles.
El color verde siempre es la mejor opción, contribuir a cuidar nuestro planeta también. ¡Verde que te quiero, verde!