Sí, lo sabemos, seguro que estás deseando independizarte de casa de tus papis e ir a vivir a un piso de alquiler donde puedas disfrutar de tu libertad sin restricciones. Pero siempre salen las mismas preguntas: ¿cómo encuentro una buena casa? ¿qué debo tener en cuenta para vivir allí? ¿cómo puedo llevarme bien con mi caserx? Don’t worry, porque hoy te ayudamos a responder una de estas preguntas para que, cuando te mudes, tengas al propietario de tu parte para que te arregle las cosas por la face.
La Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) defiende que la mayoría de los hogares en España, el 76,1%, cuenta con una vivienda en propiedad, mientras que el 18,3% de los hogares reside en régimen de alquiler.
Cada vez nos gusta más esta forma de vivir, en la que nos comprometemos a pagar solo durante el tiempo que estemos en la casa donde queremos pasar nuestros primeros meses de libertad. Vamos a ver cómo puedes llevarte bien con tu nuevo caserx.
Consejos para que te lleves bien con tu caserx
- Lleva una comunicación fluida como el agua. Si tienes pareja, seguro que sabes lo importante que es la comunicación para evitar cualquier malentendido y arreglar las situaciones cuando se produzcan. Puede que no vayas a tener una relación tan estrecha con tu caserx (quién sabe), pero siempre viene bien quedar con él o ella en persona antes de mudarte y asegurarte de que tenéis una vía de comunicación, al menos el teléfono, durante el tiempo que estés en el piso.
- Avisa con tiempo, que siempre renta. Que nos conocemos, y a veces nos cuesta ser del todo sincerxs cuando llega el momento de la verdad. Si vas a tardar unos días de más en pagar el alquiler, vas a irte de viaje durante un tiempo o quieres dejar la casa definitivamente, lo mejor es que lo digas con unas semanas de antelación. Verás cómo la otra persona te lo agradece y te ayuda en todo lo que puede durante el proceso.
- Respeta las reglas que te ponga. Como imaginarás, a ningúnx caserx le gusta que montes fiestas hasta las tres de la mañana en su piso. Si te pide que evites algunos comportamientos, siempre que entre dentro de lo razonable, lo mejor es que respetes sus normas para que tengáis una relación de lo más cordial y amistosa.
- Cuida de la casa como si fuera tuya. Ya te estés planteando comprar una casa o irte de alquiler, hay un apartado que debes tener en cuenta: la limpieza de la casa. Cuando convives con otras personas, lo mejor es que establezcáis un calendario semanal para todas estas actividades, mientras que si vives solo te bastará con saber que los domingos te toca faenar. De esta forma, si el caserx se presenta por sorpresa un día, no tendrás que ir corriendo a cerrar la puerta del baño por si acaso.
- Pon tu mejor sonrisa para ganarte su favor. Si se te ha roto el microondas o la vitrocerámica (siempre por causas ajenas a tu voluntad, ¿verdad?) agradecerás que te hayas portado bien con tu caserx, porque seguramente se ofrezca a arreglarlas gratis. De la misma forma, intenta mantener una relación cordial y amena con él o ella para que generes confianza y no tengas inconvenientes en pedirle lo que realmente necesitas en cada momento.
¿Ves qué easy es tener una relación saludable con tu caserx? Solo necesitas empatizar un poco con la otra persona, encontrando ese equilibrio zen que os permita hablar el uno con el otro cuando las cosas no vayan tan bien. Verás cómo, si empiezas por tener una buena conversación con tu caserx antes de llegar al piso, todo va sobre ruedas en el futuro. ¡A por todas!