Pese a que la historia de Bajo el sol de la Toscana es ficticia, los paisajes, las maravillosas puestas de sol, los mercados, la comida, los monumentos, y la calidez de sus gentes son reales.
¡Prepara palomitas! Porque te invitamos a conocer los encantos de la Toscana italiana a través de este clásico del cine.
Un escenario de película
Cortona, el main stage de la película, te enamorará por sus múltiples encantos. Siéntete como Frances, acompañándola en sus paseos por las callejuelas empedradas de la ciudad, que invitan a perderse, disfrutando de los tesoros que esconde.
Llegaremos a su catedral renacentista, lugar donde se encuentra el Museo Diocesano.
Descubre la Piaza della Reppublica, donde tienes el Palazzo Comunale, y el Palazzo Casali donde encontrarás el Museo de la Academia Etrusca.
Recuerda que no puedes abandonar el lugar sin pasar por el Palazzo Fierli-Petrella, la iglesia de San Francisco, el Hospital de la Misericordia o la fortaleza de los Medici.
¿Qué más ver en la Toscana?
Florencia es una de las ciudades que forman la región de la Toscana y cuenta con un centro histórico único. Es uno de los lugares más bonitos, con musts a visitar como la Piazza del Duomo situada en el corazón de la ciudad, en la que podrás ver tres edificios icónicos: la Catedral, el Campanile y el Battiestero.
Desde ahí podrás avanzar hasta la Piazza della Signoria para ver el Palazzo Vecchio, sede del actual ayuntamiento.
Además, son numerosos los museos a visitar en la capital Toscana, destacando la Galería Uffizi y la Galería Academia donde podrás ver la impresionante escultura de David de Miguel Ángel.
Siena puede pasar desapercibida, en principio, pero es una ciudad con mucho encanto. Es más tranquila que su hermana Florencia. No puedes dejar de ver la Piazza del Campo, donde se lleva a cabo la celebración del Palio, una fiesta declarada Patrimonio de la UNESCO.
Aparte de esta plaza, tenemos la Torre de Mangia, con más de 100 metros de altura, el Palacio Público y la fuente de Gaia. No puedes perderte el Duomo, que cuenta con la Biblioteca Piccolomini.
Pisa es conocida como la torre inclinada, pero ese es solo uno de sus muchos atractivos. En la Piazza dei Miracoli podrás encontrar el Duomo, el Baptisterio y el Cementerio Monumental. Después de cumplir con el postureo y hacerte la típica foto sosteniendo la Torre inclinada de Pisa, podrás bajar andando hasta el centro histórico, pasando por la Piazza dei Cavalieri y su magnífico Palazzo della Carovana, hasta llegar a la orilla del río Arno en la que se encuentra la Chiesa di Santa Maria della Spina.
En San Gimignano te toparás con una de las poblaciones más bonitas de Italia. Es una de las ciudades icono de la región, gracias a las 14 torres de piedra, que se conservan de la época medieval, y por su centro histórico en el que podrás transportarte siglos atrás, a la época de héroes, nobles y caballeros.
Tienes que pasar por la Torre Grossa para disfrutar de sus vistas. El Duomo y la Piazza della Cisterna son una parada obligada, del mismo modo que tomar un helado en la Gelateria Dondoli, ¡la mejor del mundo!
Ponme una ración de gastronomía
Por todo el mundo es conocido que Italia destaca por la pasta y la pizza, pero su oferta gastronómica no acaba ahí.
En la Toscana destaca la pappardelle, un fetuccini ancho, y la panzanella, una ensalada con los mismos ingredientes que el gazpacho, pero con una forma distinta de combinarlos.
La trufa es uno de los productos estrella de la región, siendo esta una de las mayores productoras a nivel de Europa. Esto hace que probar platos preparados “al tartufo”sea un imprescindible si pasas por esta zona.
Pese a que la trufa suene muy glam, la cocina de la Toscana se caracteriza por su toque humilde, provenzal. Este aire más “campesino” se puede apreciar en varios platos: como en la ribollita, hecha a partir de ingredientes como pan, verduras y alubias, o el cacciuco, hecho a base de una mezcla de distintos pescados, moluscos, crustáceos y más animales marinos que se cocinan en una salsa de tomate y se sirven con lonchas de pan tostado, a modo de cama. Otro plato que destaca por su simpleza es la carabaccia, una sopa de cebolla, así de simple pero que merece la pena probar.
Para acompañar los platos típicos de la zona tienes el pan toscano, elaborado sin sal, con corteza crujiente, miga húmeda y esponjosa. También puedes hacerte una bruschetta, una tostada con ajo restregado, un hilo de aceite de oliva y sal.
Entretenimiento para todas las edades
La mejor forma de conocer la zona es coger una bici o una Vespa y lanzarte a sus calles.
Si quieres disfrutar de un viaje experiencial puedes lanzarte a probar el rafting o el water trekking.
Dentro de la vida nocturna destacan Sabor Cubano, un local acogedor donde disfrutar de buena música, la Bottega Pecchioli donde disfrutar de los productos típicos de la zona y la Terraza Rooftop Bar, un lugar en el que enamorarse de las vistas. Una opción alternativa es hacer una ruta enológica: una cata de vinos para darle un momento de placer a tu paladar.
Como puedes ver, la Toscana tiene todos los ingredientes necesarios para convertirse en uno de tus próximos destinos a visitar.