El 16 de febrero comienza el año nuevo chino. Por eso, en Joven In creemos que es el momento perfecto para recomendarte una escapada a Pekín y vivir una experiencia inolvidable.
Empezamos la visita en el Templo de los Lamas o Yonghegong, uno de los templos budistas tibetanos más importantes. Quizás no sea el más espectacular de todos, pero es un buen sitio para ir abriendo boca…
De ahí nos dirigiremos al Parque Beihai, característico por su frondosa vegetación, su gran lago y el Muro de los Nueve Dragones, construido en 1902. Se trata de un espacio muy inspirador y tranquilo para disfrutar de un paseo al atardecer. Y si para entonces se te ha echado la noche encima, te recomendamos que te dirijas a la calle Wangfujing, la calle comercial más importante de Pekín. Allí abundan las luces de neón, las tiendas y los puestos callejeros. Si eres atrevido, puedes probar alguno de sus manjares, como los insectos, los alacranes o los caballitos de mar. Yummy!
La Plaza de Tian’Anmen es de visita obligada: la más importante de China ¡y la más grande del mundo! Esta plaza da paso a la Ciudad Prohibida, desde donde Mao Zedong proclamó la República Popular China en 1949. Es uno de los lugares más visitados de la ciudad, así que no te agobies con el gentío y ármate de paciencia.
El segundo templo que visitaremos es el Templo del Cielo, uno de los mayores recintos sagrados de China. El Qinian Dian, su edificación principal, y el árbol de los Nueve Dragones, un enebro chino de más de 500 años, son algunos de sus principales atractivos. Y de ahí, damos paso a la Villa Olímpica, donde destaca el Estadio Nacional de Pekín, considerado uno de los edificios más originales del mundo. ¡No te olvides la cámara de fotos!
Pero si hay un lugar imprescindible de visitar, ese es la Gran Muralla China. Es considerada, nada más y nada menos, una de las Siete Maravillas del Mundo. ¿Sabías que tiene una longitud de más de 8.000 km? La panorámica desde allí arriba es increíble.
De vuelta al centro, nos paramos a hacer unas compras en el Mercado de la Seda, situado en la zona financiera de la ciudad. Allí encontrarás todo tipo de artículos –incluso de imitación- y productos típicos de allí. Por tanto, es el sitio perfecto para comprar un souvenir, ¿no crees?
Y para terminar, te recomendamos que visites el Palacio de Verano, situado a las afueras. Se trata de un inmenso jardín imperial declarado Patrimonio de la Humanidad y el lugar perfecto para terminar tu viaje.
De modo que ya solo nos queda darte algunas opciones donde poder alojarte: en los hutongs, los callejones del casco antiguo de Pekín, suele haber opciones muy económicas; como también lo es el hostal 365 INN, muy cerca de la Plaza de Tian’Anmen.
¿Te vienes a celebrar el año nuevo chino en Pekín?