Eso de cobrar y que a día 7 tu querida nómina ya esté missing es desesperante, pero por desgracia, a veces es una realidad como un templo. Ojalá haber aprendido de nuestros yayos aquello de hacer “colchoncito” que taaaaan bien nos vendría cuando nuestro coche deja de funcionar o nos viene cualquier otro pago importante al que hacer frente.
Así que, si necesitas darle un giro a la forma de administrar tu economía aquí estamos para demostrarte que, si fuiste capaz de conquistar a tu crush que tanto se resistía en un principio, también serás capaz de que el dinero no se te escape entre los dedos.
El truco está en organizar tus ingresos. Si, vale… no te acabamos de descubrir América, pero seguro que no lo haces de la forma más óptima. Por esto, tranqui, ¡que aquí te explicamos cómo!
- No confíes en tu memoria, por favor. Aunque tengas el cerebro de La Reina Roja (si aún no te has leído el libro, corre) no deberías dejar tus ingresos al libre albedrio. Procura llevar un control detallado de tus ingresos y gastos. Para esto, una gran ayuda es la App Mis Finanzas de Ruralvia que te permite “fichar” todas las idas y venidas de tu dinero.
Si llevas un control exhaustivo de tu economía y aun así el dinero se te va, algo estás haciendo mal y te vamos a decir qué puede ser.
Es fundamental saber la diferencia entre gastos fijos y aquellos que realmente no necesitas. Diciendo ciao a las compras por impulso, poco a poco irás fomentando el precioso y necesario hábito de ahorro y, en su defecto, al menos controlarás tu money.
Quién no sabe a dónde va, se queda dando vueltas. Y es que aprender sobre educación financiera te va a ayudar a tener un objetivo claro en tu plan de ahorro.
Cuanto más medido todo al dedillo, mejor; a poder ser incluso los gastos a medio y largo plazo. Aprende a definir tus prioridades, siendo realista en base a tu situación financiera y distribuye tus ingresos entre ellas.
Controlando, y evitando, ese goteo constante de pequeños gastos que parece que no hacen pupita a tu economía, es como podrás aspirar a comprar ese coche nuevo que tanto necesitas o ese pedazo de viaje con el que siempre has soñado. Así que, apunta estos truquitos que te contamos en petit comité para gestionar tus movimientos.
- Primero, identifica tu personalidad financiera: esto que suena a chino, básicamente consiste en ser consciente de si tu perfil es ahorrador, gastador, inversor, dador…
- Seeeeguimos para bingo, visualiza tus metas financieras personales: para ello es importante pensar claramente cuál es tu objetivo financiero, pero oye, ten claro una cosa, aquí es el momento de separar lo personal de lo empresarial.
- Amuebla tu cabeza ¡y organiza tus finanzas personales! Esto es vital, así que cógete una tarde libre y hazte, por ejemplo, un listado de tus gastos fijos mensuales, para empezar a tener claro lo que te queda disponible al mes y lo que quieres hacer con ese dinero a corto, medio y/o largo plazo.
- Todo se aprende: y si tú quieres aprender a ahorrar, todo es cuestión de coger el hábito y convertirlo en parte de tu rutina vital.
- ¡Un poco de movimiento! El dinero parado no crece; por eso, si quieres hacer crecer tu dinero tenemos un montón de ideas que te pueden ayudar, ¡no te cortes y pincha aquí!
Dicho todo esto, toca que hagas cuentas para ser un poco más hormiguita.