Biip, biip… No, no es una llamada de tu ex pidiendo que vuelvas con él o ella, es mucho más gratificante: ¡el sonido de una compra bien hecha con ruralvía pay! Si ya disfrutas del pago móvil sabes lo cómodo que es sacarte el móvil del bolsillo y acercarlo al TPV para llevarte tus alimentos del súper o para comprarte la ropa de invierno. Y es que, con ruralvía pay, lo tienes facilísimo para pagar guapi.
Olvídate de tener que llevarte siempre la cartera o de contar las monedas porque te apetece comprarte un caprichito en la panadería antes de ir a tus clases de inglés. Ahora podrás llevarlo todo guardadito en un mismo dispositivo, para que solo tengas que entrar por la puerta de la tienda, sonreírle al dependiente y pedirle que te ponga en una bolsa lo que más te guste. Vamos a darle mambo y a aprender cómo utilizar ruralvía pay para todas tus situaciones cotidianas.
Biip, bipp. Aprende a utilizar ruralvía pay
Ahora que somos tecnológicos al 100% y nos va lo de pagar con Bizum, hacernos un selfie en la comida con los amigos o subir fotos posando en Snapchat, es el mejor momento para repasar las palabras digitales que nos ayudan a conectarnos con los demás. Una de ellas es la tecnología NFC, que no es la última consola de Microsoft (ojalá), sino que es el mecanismo que permite que tu móvil se conecte con el TPV para que tu banco pueda autorizar el pago en unos segundos.
¡Asegúrate de que lo tienes activado en tu teléfono! Cuando veas que está todo okey, puedes dar los pasos que te llevarán a disfrutar de ruralvía pay en tu día a día.
- Empieza descargándote la app. ¿Cómo? Easy, en Google Play o en la App Store.
- Entra con tus claves de ruralvía. ¡Que no te las mire nadie!
- Activa el servicio Pago por Móvil. Y ya estás listo para el rock and roll.
Lo mejor de pagar con el móvil, además de que es cómodo y rápido, es que es más seguro que esa contraseña de veinte dígitos que le pones a la wifi de casa para que no te la racanee el vecino. Para utilizarlo tienes que pasar un sistema de triple seguridad, desbloqueando el teléfono con tu clave, patrón o con tu huella y tu cara bonita si tienes sistema biométrico. Luego debes tener lista la antena NFC y, además, tendrás que poner un PIN si te pasas de veinte euros en la compra. Para que veas, ¡esto no lo roba ni el equipo de La casa de papel!
1001 razones para utilizar ruralvía pay en tu día a día
Y ahora que te sabes la teoría de memorieta, vamos con lo divertido: la práctica. Conoces las ventajas y cómo activar ruralvía pay en tu móvil, pero es que aún no te hemos explicado lo mejor. Si te pasas a la furia del pago móvil podrás hacer cosas como:
- Comprar esos libros que le ibas a regalar a tus padres para Navidad. Eso sí, corre, que se te echa el tiempo encima y Papá Noel ya está cargando los regalos en el trineo.
- Llevarte unos dulces para celebrar el cumpleaños de unx buen amigx. Que no, que ya no hace falta que busques quince céntimos como loco para darle el cambio justo a lx dependientx.
- Zanjar la cuota del gimnasio cuando vayas la próxima vez. Créenos, después de la Navidad vas a tener que adelantar la operación bikini al mes de enero, así que esto te vendrá de lujo.
- Pagarte las palomitas y la Coca-Cola en el cine. Si eres de los que apura y la peli empieza en cinco minutos, con el pago móvil ahorrarás unos segundos de oro antes del speedrun que te vas a marcar hasta la sala donde la proyectan.
- Ofrecerte a poner el money en la cena del restaurante con los compis de piso. Seguro que te llevas muy bien con ellos, pero hay momentos incómodos que no se pueden evitar: cuando miráis con culpa la lista de las limpiezas semanales o cuando toca decidir quién paga las cenas en conjunto. No te apures, porque puedes hacerte el héroe y pagar por ellos con tu móvil. Eso sí, luego les dices que te devuelvan el dinero con Bizum antes de que se hagan los longuis.
Mira que hay formas de utilizar el pago móvil, y es que todas son cómodas y rápidas. Solo te hemos dicho algunas, pero seguro que se te ocurren mil maneras de utilizar ruralvía pay para resolver tus compras sin despeinarte. A partir de ahora, ya no tienes excusa para sacar el teléfono del bolsillo, acercarlo al TPV de tu tienda favorita y escuchar ese glorioso biip que sabe a libertad y a compra finalizada.
ruralvia