No pisar la calle hasta última hora de la tarde es una ley no escrita del verano que todos sabemos, y es que el calor en estos días no da tregua. Pero a pesar de que casi todxs tenemos en casa el armamento mítico del verano: ventiladores, nudismo extremo o, para lxs más afortunadxs, aire acondicionado, sobrellevar las altas temperaturas al más puro estilo low cost es una guerra en la que toca tirar de ingenio.
Venga, anímate a probar estos trucos y no te dejes llevar por el caloret.
- Tu casa, tu fortaleza. Cuando el enemigo (el Sol) esté llegando a su pleno esplendor (en torno al medio día), es el momento de blindar tu casa: cerrar ventanas y bajar persianas y toldos como si no hubiera un mañana. Parece una alianza sencilla, pero es una manera de que las fuerzas enemigas no consigan adentrarse en nuestras murallas para quedarse y sembrar fuego y destrucción a su paso.
- El contrataque llega a última o primera hora del día. Son los dos momentos en los que podremos pillar desprevenido al enemigo, ya que se encuentra en sus horas más bajas. Así que aprovecha a abrir ventanas y ventilar por la noche, y es que la circulación del aire es LA CLAVE en esta guerrilla, pero, si como emboscada apuestas por una ventilación cruzada, ¡ja!, tienes todas las cartas para ganar, soldado.
Hemos jugado con el entorno en las primeras batallas, ahora toca elegir armamento:
- Ventiladores de techo, mira, podemos permitírnoslo. Tienen un bajo consumo energético y recibir refuerzos del aire mientras estamos desparramadxs en el sofá pasándonos el Netflix, es otro rollo…
- Ventiladores de pie, nuestra caballería. Atentx soldado, vamos a recurrir a un viejo truco que ha salvado incontables vidas en tiempos de guerra. Coloca un recipiente con hielo y sal delante del ventilador, notarás cómo el ambiente empieza a refrescarse al instante.
El arte de la guerra nos obliga a movernos suavemente entre filas enemigas y es que el calor tiene varios infiltrados dentro de nuestras murallas…
- Televisión, ordenador, router… en general, los electrodomésticos incrementan muuuuy considerablemente la temperatura de nuestra casa. Así pues, reducir hasta el mínimo su uso sin llevarlo al extremo, que no hace falta volver a las cavernas, es una de las estrategias que nos llevarán a la victoria. Esto nos vendrá muy bien, además, para ahorrar unos eurillos en la factura de la luz. Y hablando de ahorro; si eres de esos soldados a los que ahorrar le cuesta una barbaridad, otro método para conseguir tu objetivo son los Préstamos Joven In que se amoldan a las necesidades y proyectos de cada uno.
Atrinchérate en la decoración de tu casa.
- Un buen soldado sabe cómo preparar el terreno donde se disputa la batalla. Por ello, aligera todo lo que puedas la decoración. Esto significa decirle ciao ciao bella a las alfombras, y obvio a mantas y similares. Truco para tener ventaja en el cuerpo a cuerpo: lava las cortinas y cuélgalas húmedas, eso refrescará el ambiente.
- Escóndete del enemigo en la vegetación. Y es que aparte de ser un must en decoración, las plantas absorben el calor y nos dan la oportunidad de plantar cara al calor sofocante del verano.
¡Ojito cuidao con las emboscadas!
- En duchas de agua fría han caído muchos soldados. Y es que pensamos que ducharnos con agua fría nos ayudará a refrescarnos… ¡error! Si el agua está demasiado fría, enseguida tu cuerpo elevará su temperatura, como mecanismo de defensa, para mantener una temperatura corporal adecuada. Con lo cual, en cuanto salgas de la ducha, la sensación inmediata será de más calor; mientras que, si te duchas con agua un poco templada, al salir notarás un ambiente fresco.
Hasta aquí la instrucción, soldado, ¡ya tienes las armas para luchar contra el calor!