Visto que la lotería no nos toca y que nuestros ahorros muchas veces vuelan por esa inoportuna avería del coche o ese móvil que toca renovar…es hora de coger las riendas de nuestro dinero y empezar a moverlo para intentar sacarle el mayor beneficio. Taconea, da palmas y a subir esos ceros en tu cuenta bancaria.
Los fondos de inversión se han convertido en uno de los productos financieros más utilizados. Aparte, tampoco necesitas una suma estratosférica, ni ser un experto en finanzas, ya que, esta forma de inversión colectiva se cede a gestores profesionales para la toma de decisiones. Vamos… que tú pones tu pasta y te desentiendes. Para los más eco-friendly, existe un modelo de inversión que no solo es bueno para tu dinero, sino también para el planeta: los bonos verdes; aquellos cuyo importe se destina única y exclusivamente a financiar proyectos medioambientales. Su funcionamiento es igual que la renta fija tradicional: un emisor vende unos títulos de deuda a inversores, a cambio de un pago de un cupón o interés adicional, además de la devolución principal.
Ve por libre y elige tu propio plan de inversión.
Te damos ciertos tips; primero conócete. ¿Cuál dirías que es tu perfil de inversor? Por ejemplo, si te metes a un plan de inversión demasiado arriesgado, quizás no aguantes las caídas y pierdas money. También es importante, aunque parece súper lógico, conocer cuál es tu capital, ya que no es lo mismo invertir con mil euros que con un millón.
¿Y los famosos planes de pensiones? Son una alternativa muy a tener en cuenta. Si bien es cierto que la rentabilidad de estos planes siempre ha sido bastante baja, desde que los conocimientos financieros llegaron para quedarse, eso cambió. Ahora los inversores apuestan (y quédate con el nombre) por los planes de pensiones indexados, abogando por las comisiones bajas que tienen que tener este tipo de planes. Una de las características que más gusta de estos planes, es que puede desgravar en la declaración de la renta y que los mínimos para empezar a invertir son bajísimos.
Seas inversor o no, lo que está claro es que tu dinero merece estar a buen recaudo. Por eso, te recomendamos nuestra cuenta corriente o libreta de Joven In, porque no tendrás gastos de mantenimiento ni de administración y, además, siempre dispondrás de liquidez inmediata.
Y tú, ¿te animas a ser un joven inversor?