La emancipación, esa ansiada liberación que parece nunca llegar. Entre buscar el piso a tu medida, amueblarlo y enfrentarte a la temida hipoteca parece algo imposible de plantearnos, pero no desesperes. ¿Sabes cómo puedes ahorrar en tu primer año de hipoteca? Sigue leyendo y descubre cómo tener el pisito con el que siempre habías soñado más barato de lo que te esperabas.
Antes que nada, te toca hacer los deberes y analizar las distintas ofertas hipotecarias, puesto que algunas condiciones estarán ya establecidas, mientras que otras habrá que negociarlas a posteriori.
Sin comisiones
Para empezar a ahorrar, lo ideal es intentar eliminar comisiones, especialmente la comisión de apertura (destinada a cubrir los gastos de administración y gestión del préstamo). Hay diversas entidades que la ofrecen de forma gratuita, pero otras no. No obstante, esto no implica que las tengas que descartar automáticamente puesto que pueden tener otras características beneficiosas. Intenta negociar con la entidad para conseguir un ahorro que supone alrededor del 1% del valor de la hipoteca.
Vínculo sí, vínculo no
Las vinculaciones hipotecarias son mecanismos usados por los bancos para que adquieras más productos de su banco, obteniendo ganancias por ello, mientras tú te beneficias en la cuota de tu hipoteca.
Suelen ser más positivas al principio de la hipoteca que al final, cuanto más debes más intereses se generan, lo que supone un mayor ahorro. La clave es comprobar si el ahorro compensa la contraprestación, comparando precios de seguros…
Periodo de carencia
Es un periodo en el que te encuentras exento del pago de las cuotas mensuales, o de parte de ellas. Solo pagas los intereses y no amortizas capital. Es una opción muy recomendable, en momentos de necesidad, si tus ingresos se reducen o tienes gastos elevados, como suele ocurrir durante el primer año de hipoteca. Es el comodín que tendrás que negociar con tu entidad.
Gastos obligatorios
Parte de los gastos de la notaría y la tasación salen de tu bolsillo, por lo que habrá que hacer una criba entre notarios o empresas tasadoras, eligiendo uno de confianza y a buen precio. Casi todos los gastos están tarificados en aranceles, pero no hace imposible el ahorro. En el caso de la tasación hay más margen, así que busca, compara y si encuentras uno mejor ¡ahorra!
Cuota
Es importante negociar una hipoteca con una cuota menor de lo que podríamos permitirnos en circunstancias normales, por ejemplo, alargando el plazo. Por una parte, pagas más intereses, pero te dará cierta flexibilidad para hacer frente a los gastos iniciales. Eso sí, es importante que negocies que la amortización parcial sea gratuita, para poder pagar parte de la hipoteca cuando pasen los años y reducir el plazo.
Y ahora que sabes todo esto, si lo que buscas es una hipoteca flexible, con la hipoteca Joven In tendrás condiciones personalizadas y adaptadas a tus necesidades para que seas el dueño de tu casa y de tu hipoteca.