Work, work, work. Estamos todo el día pensando en el curro, pero es que es lo normal, porque nos ayuda a pagar las facturas del piso. Así que, si queremos ser productivos en el trabajo, para mejorar nuestras expectativas de futuro y recaudar un buen money, hay que estar innovando continuamente. Y, en eso, el design thinking puede hacer maravillas.
Vamos a conocer esta metodología de trabajo al detalle, para que lo tengas súper easy para implementarlo en tu empresa o en tu negocio, si eres autónomx.
¿Qué es el design thinking?
El design thinking es un enfoque para solucionar problemas y desarrollar nuevas ideas súper cuquis en tu día a día. Se basa en la idea de que la creatividad y la empatía son las claves para encontrar soluciones innovadoras a los problemas de negocio, y te invita a comprender las necesidades de los usuarios para crear soluciones de verdad a sus problemas.
Lo puedes utilizar para mejorar los post que escribes para tu blog, para dar un mejor servicio a tus clientes o, simplemente, para descubrir nuevos métodos que te ayuden a dar lo mejor de ti mismx a los demás en tu día a día.
Aplica el design thinking a tu trabajo
Si quieres llevar a cabo el design thinking y tener éxito, solo necesitas papel y bolis de colores. Ya sabes que cualquier idea se ve mejor cuando la dibujas, y si quieres ser el empleado top del mes, solo tienes que seguir este proceso paso a paso.
- Sé empáticx y muy curiosx. Habla con los clientes, sé cercano y pregunta qué es lo que necesitan en su vida. Divídelo en dos partes: primero busca una respuesta general y luego una sobre los productos que ya ofrece tu company.
- Define y saca buenas ideas. Ahora que tienes una lista, lo tienes muy fácil para cribar las respuestas que necesitas para darle el nuevo enfoque a lo que vendéis. Pon en el papel todas las ideas que se te ocurran (y que tengan que ver con tu empresa), y no deseches ninguna por muy crazy que sean.
- Haz un prototipo con estilo. Ha llegado el momento de ponerse manos a la obra: crea tu propio prototipo con todas las ideas que has recopilado, pidiéndole ayuda a tu equipo para que, entre todos, saquéis lo mejor de vosotros mismos.
- Prueba y haz buenos test. Ahora acerca el prototipo que has preparado con todo tu cariño a tu público, para ver cómo reaccionan. Toma nota de todo: si lo miran con malos ojos, si se enamoran de él, si se quedan con cara de que lo van a comprar en un tris. Todo vale para tomar las decisiones finales sobre el producto que vas a preparar para ellos.
Y con este design thinking ya le habrás dado el mambo definitivo a tu curro. Dedícale tiempo, habla con tus compis y empieza a poner un poquito de diseño creativo en tu vida para que empieces a ser ese gran trabajador al que tu jefx se muere por darle un ascenso. ¡Mucha suerte!