Te levantas, miras Twitter para ver las noticias. Vas al trabajo, te sientas delante del ordenador ocho horas. Te vas a casa y ahí estás, en el Instagram a ver si tus amigos han subido stories de sus vidas. Y en todo este tiempo el mundo gira a tu alrededor, así que te recomendamos que le pongas stop y empieces a aplicar el slow living en tu vida.
¿Qué es el slow living?
Este movimiento empezó en los 80, cuando el joven periodista Carlo Petrini paseaba por la Plaza de España de Roma y vio que iban a abrir un McDonalds en una esquina. Tú y nosotros hubiéramos pasado de largo, pero a nuestro amigo le dio por reflexionar sobre la velocidad con la que cambian las cosas en un país que basa su alimentación en la comida casera.
Con el paso de los años se ha convertido en una filosofía de vida que nos lleva a prestar atención plena para vivir el momento presente sin preocupaciones. Es tu faro en mitad del mar, tu botón de off cuando estás todo el día dándole a la play, tu momento de chill… Ya tú sabes.
En los últimos años nos hemos pasado al slow living para combatir la celeridad de las redes sociales y el mundo digital. De hecho, a raíz de la pandemia, las visualizaciones de vídeos que incluían la frase slow living en el título se multiplicaron por cuatro en 2020 en comparación con 2019.
Pon tu mente en pausa con estos tips
El estrés y la ansiedad se han convertido en la norma en el día a día. Cada vez se nos hace más difícil salir de casa sin el móvil, y nos ponemos nerviosos cuando los datos tardan más de treinta segundos en cargar. Si lo que quieres es relajar tu cabeza, olvidarte un poco de los problemas y vivir una vida más relajada, sigue estos tips:
- Practica el mindfulness. Concentrarte en un solo punto, cerrar los ojos, contar hasta diez… Lo habrás oído miles de veces, pero es que es súper efectivo para empezar a construir una vida mucho más sana y lenta, hecha para el slow living. Puedes empezar con un minuto cada día, en tu habitación, y enseguida verás los efectos en tu día a día: estudiarás como un crack y trabajarás a lo easy.
- Haz una lista de prioridades. Algo que viene muy bien para decir adiós a la tensión diaria es organizar lo que te gusta hacer en orden. Cuando decides que primero vas a hacer tus deberes, luego vas a ir a correr al parque y después te vas a dar una ducha, lo tienes mucho más fácil para saber cuánto tiempo te va a llevar y qué otras tareas puedes incorporar a tu rutina. Relax, take it easy!
- Come lento, vive lento. Si eres de los que llega a casa, se pone el plato de spaghetti delante y lo engulle pensando en qué esa tarde tiene que ir a ver al novix, mal vamos. Lo mejor es que degustes la comida, apartando la tecnología incluso, y dediques ese momento del día para reflexionar. Verás cómo, si mantienes el hábito a lo largo de una semana, habrás creado un espacio mental solo para ti que te vendrá muy bien para enfrentarte a las adversidades en el día a día.
- Entra en contacto con la naturaleza. La ves por la ventana si vives en las afueras, la ves por la calle cuando caminas por el parque… ¿por qué no te acercas y la tocas un poco? Siempre viene bien sentir el olor de las flores, ver a los insectos pasar o, simplemente, estar conectado con aquello de lo que formas parte. ¡Verás qué alivio!
Como ves, empezar tu crush con el slow living es mucho más fácil de lo que piensas. A fin de cuentas, se trata de simplificar tu vida para que empieces a apreciar los matices y puedas compartirla con aquellos a los que realmente amas. ¡Tan sencillo como eso!