¿Cómo? ¿Deuda buena? ¿Eso existe?
Si bro, existe. Solemos pensar que todas las deudas son malas, porque frenan nuestra capacidad de ahorro. Sin embargo, aunque tengamos el concepto de deuda asociado a algo malo, no es así. No todas las deudas son malas.
Hoy te contamos qué diferencia la deuda buena de la deuda mala y cómo minimizar ésta última para que no termine perjudicando nuestro presente y futuro financiero.
Deuda buena: tu aliada para crecer
Endeudarse es lo que nos permite a la mayoría de los mortales tener opciones de crecimiento en diversos ámbitos de nuestra vida. Comprarse una casa, estudiar una carrera, etc, suelen ser inversiones considerables que muy pocos podemos asumir de una. Y gracias a endeudarnos podemos conseguirlo. Así que, podríamos decir que la deuda buenas son todas aquellas inversiones que nos ayudan a generar ingresos, presente o futuros, o a aumentar nuestro patrimonio a largo plazo, por lo que mejoran nuestra calidad de vida de forma significativa. Algunos ejemplos de este tipo de deuda serían:
- Préstamos educativos
- Hipoteca
- Préstamos para negocios
Deuda mala: el lastre financiero
En cambio, existe otro tipo de deuda a la que no le sacamos rendimiento. Estas deudas suelen tener altos intereses y no contribuyen a tu riqueza a largo plazo, como las generadas con las entidades de préstamos rápidos, etc . El beneficio que nos aportan suele ser efímero, porque suele usarse para comprar cosas que pierden valor rápidamente. Tener el último iphone o vivir la experiencia de viajar a las Maldivas, es algo que satisface pero que a largo plazo no genera ningún tipo de riqueza más allá de la propia satisfacción momentánea del disfrute.
Estrategias para manejar tu deuda como un pro
Así que, ahora que ya sabes diferenciar las deudas, te proponemos que tomes acción para gestionar tu propia deuda de forma inteligente.
- Prioriza el pago de deudas malas: enfócate en eliminar primero las deudas con altos intereses.
- Usa el método de la bola de nieve: paga las deudas más pequeñas primero para ganar impulso.
- Considera la consolidación de deudas: puede ayudarte a reducir intereses y simplificar pagos.
- Invierte en ti mismo: la educación y las habilidades son inversiones que nadie puede quitarte.
En Joven In te ofrecemos herramientas y asesoramiento experto y personalizado para ayudarte a manejarte en el mundo de las deudas como si fueses un asesor financiero TOP: Porque entender la diferencia entre deuda buena y mala es crucial para tu salud financiera.
¿Listo para tomar el control de tus finanzas?