Cada 20 de junio, el Yellow Day llega como un rayo de sol para recordarnos la alegría y la felicidad. También conocido como “Día Amarillo“, se ha ganado la reputación de ser el día más feliz del año. Pero, ¿sabes por qué se celebra? ¿Por qué se le asocia el color amarillo a la felicidad?
Origen del Yellow Day
El origen del Yellow Day tiene relación con el solsticio de verano que algunos psicólogos relacionan con la felicidad debido a que las condiciones meteorológicas son mejores. Se originó en 2005 cuando el psicólogo Cliff Arnall, el mismo que ideó para una campaña publicitaria la supuesta fórmula matemática del Blue Monday o “el día más triste del año”, pensó que era necesario seleccionar un día que acumulara factores positivos alrededor de las personas como condiciones meteorológicas, situación económica y vacaciones. Para ello creó una ecuación y coincidió en que el día indicado caería en la tercera semana del mes de junio.
Mientras que el Blue Monday se caracteriza por un clima frío, falta de luz solar y las deudas post-navideñas, factores que crean tristeza e insatisfacción, el Yellow day se presenta como la otra cara de la moneda, ya que se fundamenta en elementos que fomentan la felicidad y el bienestar.
¿Qué factores hacen del 20 de junio un día perfecto para esta conmemoración?
- Temperaturas agradables
- Más horas de luz solar
- Proximidad de las vacaciones
- Naturaleza en pleno esplendor
El significado del color amarillo en el Yellow Day
Y, ¿por qué se eligió este color? El color amarillo, asociado con el Yellow Day, simboliza alegría, energía y optimismo. En psicología del color, el amarillo se vincula con emociones positivas, la iluminación, el positivismo, la diversión y la creatividad. Usar ropa amarilla, decorar con flores de este color o simplemente rodearte de objetos amarillos puede influir en tu estado de ánimo de manera positiva.
El ojo humano es más sensible a los colores que se sitúan en la franja que va del amarillo al verde y tiene una menor sensibilidad cuando son tonos rojos o azules. Los chalecos de tráfico y otros objetos de peligro y obras son de este color tan llamativo y que capta la atención rápidamente.
Y, hablando de felicidad, ¿cómo podemos ser “financieramente felices”? ¿Cuáles serían las reglas más importantes? ¿Cómo puedo ser más “feliz financieramente”?
Finanzas felices en el Yellow Day
El autoconocimiento y la coherencia a la hora de gestionar nuestras finanzas, nos aporta tranquilidad y, por tanto, incrementa nuestra felicidad.
Hay un principio fundamental que no debemos obviar jamás para llegar a una “felicidad financiera”: Analizar nuestros gastos e ingresos (sobre todo en verano, que nos vamos de vacaciones, festivales, etc.), y que los primeros no superen a los segundos.
Una clave importante es también tratar de tener un colchón de ahorro, intentar ahorrar, al menos, un 10% de nuestros ingresos mensuales y planificar cómo invertir el resto de ellos, ya que es crucial no gastar más de lo que ganamos.
Otra cosa que debemos mencionar es lo esencial que es saber gestionar bien tus deudas.
Aunque las deudas pertenecen al ámbito económico de la vida, la realidad es que también se infiltran fácilmente en las relaciones personales, tanto en la pareja como en la familia, afectando en la salud mental.
Esto se debe a que las deudas causan estrés, ansiedad y preocupación, que a su vez puede derivar en conflictos y problemas de salud mental que ponen en riesgo la estabilidad de las relaciones de una persona.
Por lo tanto, las deudas echan raíces en nuestra mente y en nuestra vida, infectando todo a su alrededor si no las sabemos manejar bien.
Un estudio publicado por la American Psychological Association sugiere que establecer metas financieras claras puede mejorar la salud mental y reducir el estrés. Las metas proporcionan un sentido de dirección y logro, incluso en situaciones difíciles.
Por lo tanto, recomienda dividir las metas a corto y largo plazo para hacer la gestión de las deudas más manejable y brindar un sentido de logro gradual, el cual nos puede hacer salir del estrés emocional causado por las deudas con otras personas.