Ya sabes que la vida está llena de pruebas que te convierten en la persona que eres hoy en día: cuando tienes que decidir a qué uni vas a ir, cuando te mudas a vivir con el amor de tu vida, cuando le pides un aumento de sueldo al jefx…
Pero existe otra prueba por la que seguramente pasarás cuando optes a un puesto de trabajo: el período de prueba. Suena a película de Harry Potter, cuando obligan al protagonista a pasar por varios retos para lograr la Copa de los Tres Magos, pero en el mundo laboral es mucho más fácil que eso.
Prepárate para descubrir lo que es este período de prueba, cuánto dura y cómo puedes sacar el máximo provecho para dejar in love a tu empleador. Let’s go!
¿Qué es el período de prueba?
El periodo de prueba es un tiempo durante el cual el empresario y el trabajador os conocéis en la relación laboral de forma práctica. Imagina lo importante que es, porque con la experiencia que tendrás podrás decidir si es el empleo que buscabas, mientras que tu jefx sabrá si tu forma de trabajar se ajusta a las necesidades de la empresa.
Es un win win, ¿verdad? La validez del período de prueba empieza en el el momento en el que ambos firmáis el contrato con las condiciones estipuladas para este tiempo, siempre y cuando esté reflejado por escrito en el papel.
¿Cuánto tiempo dura el período de prueba?
El Ministerio de Trabajo y Economía Social nos dice que la duración máxima la pondrán los convenios colectivos, pero existen una serie de criterios generales que debe cumplir sí o sí:
- No podrá superar los seis meses en puestos cubiertos por personas técnicas tituladas, y dos meses para el resto de los trabajadores.
- En las empresas con menos de 25 trabajadores no podrá ser superior a tres meses para aquellos que no sean técnicos titulados.
- En el caso de que tengas un contrato temporal que no supere los seis meses, no podrás pasar más de un mes en pruebas (excepto si lo indica el convenio colectivo).
¿Y si quiero irme del período de prueba antes de que termine?
Existen varias causas que pueden motivar una incapacidad temporal; es decir, las condiciones que te pueden llevar a dejar el período de prueba y retomarlo más tarde. El nacimiento de un hijo, la adopción, o determinados riesgos durante el embarazo.
Eso sí, si lo que sucede es que no estás a gusto y quieres terminar con el período de prueba, tan solo tienes que escribirlo. La ley establece que no es necesario explicar los motivos o avisar de forma previa, pero siempre es recomendable que hables con el empleador sobre los motivos que te han impedido continuar aprendiendo junto a él.
¡Ya está! Ahora ya sabes todo lo que necesitas sobre el período de prueba, cuánto dura y que, si espabilas, puede significar una oportunidad laboral muy importante en tu carrera. Y si estás en el momento de buscar un empleo y comenzar este período, te recomendamos que eches un vistazo a estos truquis para enamorar a tus empleadores en el ámbito online. Verás qué pronto empiezas a disfrutar de un buen trabajo.