Si eres capaz de tener un feed de Instagram tan organizado, seguro que también podrás tener organizadas tus finanzas. Vaaale, somos conscientes de que no es tan apasionante, pero ay amigx, a la larga te será mucho más útil.
Para generaciones anteriores (como nuestros padres o abuelos) era más complicado llevar un control exhaustivo de sus ingresos y gastos; pero hoy en día, si no conoces tu situación financiera al momento, es porque no quieres. Y es que disponemos de todas las herramientas necesarias para que no se escape ni un céntimo a nuestro control. Pero, además, cada vez hay disponibles más cursos, asesoramientos y, en general, información para conocer mejor cómo se comporta la economía y cómo funcionan los distintos productos financieros de cara a nuestra economía particular: seguros, cuentas y libretas, productos de inversión, planes de ahorros, planes de jubilación, gestión de deudas, hipotecas…
Y es que, aunque pueda dar un poco de pereza, la educación financiera es fundamental para contribuir a la mejora de nuestra cultura financiera, dotándonos de herramientas, habilidades y conocimientos para poder tomar decisiones financieras apropiadas, evitando así endeudamientos y otros posibles riesgos financieros.
¿Has escuchado hablar de colchón financiero? Suponemos que sí, pero si no es tu caso, ya te avisamos que debe ser tu must have para ir por la vida con mayor seguridad y confianza. Se trata de tener siempre disponible ciertos ahorros para afrontar cualquier imprevisto que nos surja. Así que olvida el mood de herederx al más puro estilo Paris Hilton y empieza a construir, por ti mismo, las bases de tu pequeño (o gran) imperio financiero.
Grábate esto en la cabeza como si de una canción de La Rosalia se tratara:
Buena educación financiera = buena situación económica = bienestar personal
Está claro que todxs nos vemos constantemente tentadxs por gastos (mayores o menores) que muchas veces son innecesarios, pero ahí es donde hay que trabajar, en tomar conciencia del valor del dinero y llevar a cabo un consumo responsable que, a la larga, te permita ahorrar. Esto que dicho así parece fácil, somos conscientes de que, en la práctica, no lo es tanto. Pero ahí va un truco: cada vez que vayas a comprar alguna cosa que no sea de primera necesidad, párate un momento y pregúntate a ti mismx: ¿realmente lo necesito? ¿con lo que me ahorraría de esa compra, puedo cubrir una primera necesidad más adelante o, simplemente, me ayuda a ir haciendo hucha para un objetivo a medio-largo plazo?
Y es que un pilar básico en la educación financiera es la planificación, ya que que sin saber qué situación económica quieres vivir en el futuro, será imposible ir construyéndola desde el presente. Por ejemplo, si desde ya tienes claro que, antes o después, vas a querer comprarte tu propia casa, no puedes vivir al día, sino que debes marcarte una cantidad mínima a ahorrar cada mes, ya que, en el momento de la compra, todo lo que puedas pagar por adelantado es dinero que te quitas de la hipoteca. Si necesitas asesoramiento antes de tomar la decisión de comprar una nueva casa, puedes acceder a hipotecas Joven In e informarte en tu oficina más cercana.
Y recuerda, que información es poder, también con tu economía.