Parece mentira que a estas alturas sigamos teniendo que hablar de temas como el que vamos a tratar en este blog: el body shaming. Y por si no tienes claro lo que significa, que con esto de que todo tenga nombres en inglés, pues a veces pasa… se trata de una “práctica” (por llamarlo de alguna forma) en la que las personas critican o avergüenzan a otrxs, o incluso a sí mismos, por su apariencia física.
Esto que nos puede sonar a algo del pleistoceno, sigue sucediendo a día de hoy, e incluso se ha visto agudizado desde el anonimato que nos brindan las redes sociales. Quizás por eso no estamos solos en esta lucha contra el body shaming, sino que muchos famosos están a nuestro lado.
Pero vamos, que el hecho de que ahora se haya rebautizado como body shaming (que suena muy moderno, como si acabase de aparecer), no significa que sea algo nuevo, todo lo contrario; este tipo de comportamiento se lleva sufriendo desde hace mucho; desde el recreo en el cole (todos sabemos que los niños pueden ser muy crueles…), hasta el típico argg de las revistas del corazón comentando las pintas de la celebrity en cuestión.
Pero el tema es más serio de lo que parece. Porque el hecho de recibir mensajes que critican nuestro aspecto físico o apariencia, puede derivar, en ocasiones, en problemas de salud de quien los recibe, para intentar cumplir los cánones de “belleza” establecidos; como por ejemplo lo que se conoce como Dismorfia del selfi que tratamos en un blog anterior y que hace que la gente recurra incluso a operaciones de cirugía estética para corregir lo que consideran “defectos” físicos. Por eso debemos hacerle frente y estamos todos en esta lucha.
Al fin y al cabo, todxs tenemos un espejo en casa, nos vemos todas las mañanas con la cara lavada y el pijama; sabemos lo que hay. Y, lo que no hay es necesidad de que alguien venga a opinar al respecto. Parece obvio, pero no para todxs es tan fácil entender que criticar el cuerpo de los demás es algo que no nos corresponde, sencillamente porque es SU cuerpo.
Afortunadamente, la belleza no es solo una, cada unx tiene la suya propia, sin necesidad de modificar nada de su físico para encajar en un pequeño y estrecho molde que nos haga contar con la aprobación de la sociedad. Y, por supuesto, no necesitamos compararnos más que con nosotrxs mismos.
Así que ármate de autoestima, de los pies a la cabeza, y ama tu cuerpo, que amigx, es tuyo y te va a acompañar toda la vida. Y si necesitas apoyo, nuestra generación (qué es lo más) cada vez se abraza más y más. Llegando a mostrarle a una sociedad (a veces un poco cruel) nuestra condición humana e imperfecta.
¿Acaso no has oído hablar del body positive y el body naturality? Si la respuesta es no, te animamos a que te informes sobre ellos. Son movimientos que reivindican la belleza real, natural y debemos apoyarlos, ¿no te parece?
Seamos un poco más empáticos y tengamos en cuenta que eso de que las palabras se las lleva el viento, a veces no es tan así, y en ocasiones pueden calar muy profundo y hacer mucha pupita. Seamos responsables de nuestros actos y fomentemos valores como el respeto y el amor propio, de tal forma que todos nos sintamos más libres de expresarnos tal como somos. Que igual que pedimos libertad para muchas cosas, a veces somos los primeros en coartar la de los demás, por algo tan absurdo como su aspecto físico. Es como para hacérnoslo mirar ¿no crees?
Para terminar, te proponemos un ejercicio: ponte delante del espejo ¿qué ves? ¿acaso eres perfectx?, entonces, ¿por qué nos convertimos en jueces de los demás, esperando que lo sean?