Entendemos que hablamos de un tema sensible y por ello no está de más avisar:
“Los hechos y/o personajes que aquí aparecen son ficticios, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Debido a su alto contenido emocional, aconsejamos a los corazones rotos que no lo lean”
Vamos a indagar en uno de esos grandes misterios de la humanidad al que la ciencia aún no ha sabido dar explicación.
Para empezar, una preguntita. ¿Cuántas veces hemos escuchado todxs aquello de… “Fulanito y Menganita lo han dejado justo a la vuelta de vacaciones”? ¡AJAM! ¡EL VERANO! No es que Fulanito ya no quiera a Menganita, ni a la inversa; es que existe un tercer ente que se ha metido para destruir (esperemos que temporalmente) está relación. Y es que, todos tenemos esx amigx (y si no lo tienes ojito que igual eres tú) que se enamora perdidamente, intensamente, locamente… pero que cuando llega el calor, el pueblo, la playa, el terraceo, los viajes con colegxs… ciao ciao!
Pues haciendo una investigación, resulta que este tipo de actitud tiene nombre: Trastorno estacional de las relaciones o TER. Las personas que lo “sufren” son aquellas que relacionan una época del año con el amor. Los meses fríos prefieren arrejuntarse (claro) con su pareja en el sofá y marcarse un maratón de series, mientras que en verano tienen la necesidad intrínseca de estar solterxs y vivir a tope los días y las noches de calor.
El temor de las parejas a sobrevivir al verano no se percibe, lógicamente, en el caso de los solterxs, que ven la llegada del calor como el momento ideal para vivir un pequeño y fugaz amorío. A ver, que tampoco queremos ser alarmistas, la maldición veraniega no es una ley infranqueable, ósea, si estas happy con tu pareja y no tenéis problemas, don´t worry, el verano es la oportunidad perfecta para conocer algún Destino IN en el que disfrutar juntos.
Pero este blog en concreto no va de parejas felices, así que continuemos con nuestra investigación. Uno de los factores importantes a tener en cuenta, como causa de ruptura, es la cantidad de tiempo compartido en pareja. Para una pareja estable, feliz y enamorada; puede resultar revitalizador, pero para una pareja poco consolidada, el hecho de pasar 24 horas juntos puede ser la gotita que colma el vaso.
Y es que, las altas expectativas que ponemos en nuestras escapadas veraniegas con nuestro LOVE, son como una ruleta rusa. Pensar que todo va a salir maravillosamente y que los momentos juntxs serán idílicos, es una semillita del mal que nos ha metido Instagram.
Así que, si tenemos que llevar a alguien al banquillo de los acusados, es a nuestro amigo IG, ¡por favor, deja de engañarnos ya! ¡y de crearnos falsas expectativas!, qué lo que necesitamos son apps que nos solucionen la vida, y no nos la compliquen, como Ruralvía Pay de Joven In, que es perfecta para evitar tener que llevar dinero en efectivo, vamos, lo más cómodo para el momento playa. Y con Bizum disponible ahí mismo, para que puedas enviar dinero con tus colegas desde el móvil, si ellos también usan Bizum claro.
Vale, si hacemos repaso, por ahora tenemos en el banquillo a TER y a IG. Pero esto es como un libro de Agatha Christie, puede haber muchos culpables, así que, nos arreglamos nuestro bigote al más puro estilo Hercules Poirot y seguimos buscando más y…¡ojo, que lo hemos encontrado!
Si algo tiene en común el verano con la Navidad, es que reúnen muchos momentos familiares y esto crea conflictos, y quien diga lo contrario es que ha tenido muuucha suerte con su familia política. Porque vamos, ¡me vas a comparar! estar en la tranquilidad del hotel en un mood íntimo y relajado, que aquí con el cuñado, los suegros, primos (sin son pequeños, imagínate)… Esto es pura estadística, a mayor número de gente, mayor posibilidad de conflictos. Y claro, surge el conflicto y te esperas que tu pareja vaya a sacar la cara por ti, et voilà, resulta que defiende a su familia… pues eso, ya está el dramita montado.
Pero para luchar contra nuestros acusados, tenemos un arma secreta que, aunque todos lo tenemos metido en el cerebelo, parece que en el momento de la verdad, pues oye, que se nos borra de la cabeza: LA COMUNICACIÓN. Y es que, sí quieres luchar contra la maldición del verano, dile a tu pareja lo que te molesta (con respeto y cariño) y aprende a encajar también las críticas que te hagan a ti.