La crisis económica a raíz del coronavirus y la era digital en la que vivimos ha afectado directamente a cientos de comercios locales. Si bien es cierto que aquellos que se dedican a vender productos de alimentación no lo han notado tanto, hay otros muchos para los que no ha sido muy favorecedor el hecho de que Amazon deje, por ejemplo, el libro de los Bridgerton en la puerta de tu casa y así no tengas que salir a la calle para ir a la librería de la esquina.
Por ello, la Confederación Española de Comercio (CEC) ha decidido tomar cartas en el asunto para evitar el cierre masivo de las tiendas minoristas. El primer paso a seguir es el de la concienciación de todos: y es que la sociedad tenemos que entender que comprar en el comercio minorista es vital para la supervivencia de muchas familias.
Aunque algunas restricciones de movilidad, que impedían desplazarse a poblaciones limítrofes, les han dado un pequeño respiro a estos comercios locales, siguen viviendo una situación muy crítica. Sin embargo, son varios los motivos y beneficios por los que debemos colaborar comprando en este tipo de comercios de proximidad:
- Es una forma de economía circular que beneficia a los propios compradores, ya que comprando en la “Frutería Manuel”, que está debajo de tu casa, haces que se reactive la prosperidad económica de tu barrio.
- Las PYMES son uno de los principales generadores de empleo en España. A pesar de ser las que más sufren las crisis, las pequeñas empresas son las que emplean a más población, por ello apoyar el comercio de proximidad es colaborar a que la tasa de paro descienda o, al menos, no crezca.
- La calidad y el trato personalizado que te da el comercio local no te lo da nadie. No hay prisa, ni masificaciones y la cercanía y consejos de la persona que está detrás del mostrador siempre van a ser sinceros, buscando que quedes satisfech@ y, por tanto, que vuelvas. Muchos de estos establecimientos son, además, negocios familiares que van pasando de generación en generación, por lo que ponen un especial cariño y empeño en hacer las cosas bien.
- Aunque la mayoría de veces, estos comercios no pueden competir contra las ofertas, promociones y miles de tretas de las grandes superficies, sí que pueden hacerte ahorrar a la larga, puesto que compras solo aquello que necesitas. ¿Cuántas veces te ha pasado eso de ir al supermercado a por cuatros cosas y volver a casa con otras tantas que no necesitabas? Y es que la compra por impulso es mucho más limitada en el comercio local.
La economía local es sinónimo de progreso, bienestar y riqueza, de calles llenas de vida y de relaciones interpersonales, siempre con mascarilla, por supuesto, respetando las distancias y, a poder ser, haciendo un pago rápido y seguro con tarjeta o, directamente a través del móvil. Por eso, desde Caja Rural, a través de nuestra campaña #remamosjuntos, queremos animarte a colaborar en la causa, comprando en comercios locales y pagando con nuestras tarjetas VISA. El mismísimo Saúl Craviotto ya se ha unido a esta iniciativa, ¿y tú a qué esperas a remar con nosotros?