Cardio, bodypump, spinning, crossfit… ¿Cómo retomaremos nuestra rutina de ejercicios en la nueva normalidad?
Lo primero es el aforo, que será de un 50%, cumpliendo una distancia de seguridad de dos metros, con controles de temperatura en la entrada y reserva previa.
En algunos centros han instalado pantallas para indicar el número de personas que hay en cada sala. Quién nos iba a decir que un gimnasio se acabaría pareciendo a un parking.
Los grupos de riesgo tendrán la entrada limitada, mientras que otros gimnasios han optad por cerrar las duchas y limitado el uso de los vestuarios a simplemente guardar las pertenencias. Del mismo modo las fuentes de agua deberían cerrarse por motivos de higiene, por lo que habrá que llevar botellas de casa o comprar en alguna máquina expendedora (recuerda hacerlo con tarjeta siempre que puedas).
El confinamiento ha introducido las clases online, por lo que es recomendable informarse de si tu gimnasio tiene ese servicio y lo mantendrá, ya que es más seguro hacer todo el ejercicio que puedas en tu casa.
El uso de mascarilla será obligatorio mientras no se esté realizando alguna actividad física, y se tendrán que limpiar las máquinas una vez se dejen de usar, especialmente la zona de contacto con las manos.
Para las clases que se suelen ofertar lo ideal es llevar una mascarilla quirúrgica puesto que no dificulta demasiado la respiración, dada la acumulación que se da en las clases.
No olvides controlar la temperatura, hidratarte y vigilar la intensidad de la actividad física, puesto que después de estos meses nuestra capacidad física se ha podido reducir.
Intenta seguir siempre las normas de seguridad indicadas en cada centro, puesto que son escenarios de riesgo al ser espacios cerrados, con ventilación artificial y una densidad de población elevada.
Y por último, si asistes al gimnasio y descubres después que estás infectado, comunícaselo inmediatamente a los responsables para que puedan avisar a la gente con la has compartido espacio de entrenamiento.