CADA NUEVA ETAPA DE NUESTRA VIDA REQUIERE UNA ESTRATEGIA FINANCIERA DIFERENTE
Es recomendable que en cada nueva etapa de nuestra vida sigamos estrategias financieras diferentes. Por ejemplo, la juventud es el momento ideal para invertir más agresivamente y así conseguir un colchón de ahorros que pueda crecer a lo largo de los años. O eso dicen los expertos: la primera década de la vida adulta debería estar relacionada con una inversión activa. Sin embargo, los jóvenes de hoy en día no invierten o lo hacen de manera muy cautelosa.
Otro error muy común es compararnos con nuestros padres. Si a los 30 años ellos ya tenían una casa, estaban casados y con hijos, nosotros aspiramos a conseguir lo mismo. Pero intentar vivir a lo grande puede conducir a una deuda excesiva…
A los 40 es cuando tenemos los mayores gastos, como la hipoteca o la crianza de los hijos. Tomar decisiones equivocadas puede afectar a nuestra jubilación. Imagina una persona de 45 años que compró una casa grande y cuya hipoteca puede alargarse hasta los 75. Significa que durante la jubilación seguirá arrastrando este gasto. Por el bien de los ingresos de jubilación, se recomienda reestructurar las hipotecas para que queden pagadas antes.
¿Y a partir de los 50? Puede ser una pesadilla darte cuenta de que no tienes suficiente dinero ahorrado para tu jubilación. Hoy en día, la esperanza de vida es mayor, lo que significa que los fondos de pensiones necesitan durar hasta 40 años y más. Por no hablar de que, a veces, el desempleo, un mal estilo de vida u otros aprietos económicos no contribuyen de manera positiva a la cuenta de pensiones. Por eso, las personas que se acerquen a la edad de jubilación deberían optar por una estrategia más conservadora para sus finanzas.
En definitiva, a cada etapa de la vida, una estrategia diferente; y siempre de cara a asegurarnos un buen futuro financiero.