LA DIFICULTAD DE UN TIPO DE OPOSICIÓN A OTRO PUEDE VARIAR NOTABLEMENTE
¿Estás pensando en opositar? ¿Has empezado a prepararte? El camino es largo y complicado, pero no imposible. Una oposición es una carrera de fondo que requiere una preparación intelectual, pero también mental.
Hay muchos tipos de oposiciones y el nivel de dificultad puede variar notablemente de una a otra. Pero, al margen de eso, aquí tienes algunos consejos y factores a tener en cuenta que te ayudarán a preparar tu oposición, sea del tipo que sea:
Sé constante, planifica tu tiempo y mantente positivo.
- Tu situación personal: antes de meterte en una oposición, piensa si vas a tener tiempo para estudiar, si te ves con ganas y si te gusta el empleo al que vas a optar.
- El tipo de oposición: una vez lo tengas claro, mírate el temario, el sueldo del empleo o la titulación requerida.
- Planifícate: calcula el tiempo y distribuye los temas. Pero lo más importante de todo: sé constante.
- Cantidad no es igual a calidad: más horas de estudio no es equivalente a más rendimiento.
- Tómate algún día de descanso: si no el fin de semana entero, al menos el domingo. Tómate uno o dos días de la semana libres para descansar y despejarte.
- Céntrate: si te gusta más estudiar por la noche, hazlo por la noche. Estudia cuando te venga a ti mejor, pero aprovecha al máximo las horas que estés frente a los libros.
- Lee y sintetiza: empieza leyendo el temario, sigue subrayando lo más importante y termina haciendo esquemas o resumiendo las ideas clave. Te será más fácil memorizar todos los datos.
- Sé positivo: sacar una oposición no es tarea fácil, pero mantener un pensamiento positivo contribuirá a tu motivación.
¿Preparado para empezar?